domingo, 8 de abril de 2012

Plomo


El sabor metálico del disgusto se instaló en su lengua esa noche
y no hubo besos que le aguantaran de pie la risa adentro.
La desidia 
el coño otra vez me vienes con esas mira que no aprendes 
ya sabes que no me gusta ya sabes no aprendes
y todas las riñas a la carajita de 5, 15, 30 años
y todos los peros que cansan la razón
y las excusas las disculpas los destiempos
la incomunicación.
Y ese sabor metálico que ya inunda la garganta 
laringe
pulmones
útero. 

El plomo la tumbó en el piso.

"Esto no tiene ningún sentido. Ni rima. No se lo tomen al pie de la letra." El autor.

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