lunes, 11 de julio de 2011

Rosetta

"Unos cuerpos son como flores..." 
                                Luis Cernuda

Háblame, piedra, en tu silencio de mármol.
Deja que mis ojos de mar cuasi cerrado bañen tus bordes,
tus pupilas totémicas, tus aristas caribes;
que mis olas mueran en tus costas 
negras, redondas, sublimes
y la espuma de mis caprichos decore filigranas en su hondonada.

Mírame, piedra, en tu placidez azabache.
Permite que mis manos de tinta oliva hilvanen tus poros,
tu silueta rizada, las cavidades espurias;
que mi pluma adivine el espigón insomne
y, a su angostura entregada, 
se llenen de esquirlas de oro las quebradas.

Siénteme, piedra, pero hazlo en tu sencillez caliza,
sin más coraza que tu nombre
sin más recaudo que el calor que dejan las tardes.
Concede a mis anhelos,
por la gracia del agua
por la gracia del fuego
tallarte y encontrar tu esencia: la del hombre.

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