domingo, 15 de septiembre de 2013

Encrucijada errada


Quién dirá qué nombre se le otorga a un deseo no cumplido,
a unas ganas etéreas de poseer lo que nunca se tendrá,
a los lazos invisibles que amarran y separan en la distancia.

Nadie se atreverá a ponerle palabras a los miedos que nos asolan,
las dudas que se encaraman a nuestras espaldas,
las sombras que no podemos aclarar y las pocas certezas que pisamos.

Quién. Quién osará mirarnos a los ojos y decirnos que erramos,
que el sendero tomado era el incorrecto,
que las decisiones eran sencillas,
los tiempos perfectos.

Inmóviles, al lado del camino de nuestras almas,
mirando la felicidad rozar nuestra casa, sin invitarla a pasar,
eligiendo el sendero de las baldosas grises.

Pero nadie nunca podrá decir si hicimos bien.

No hay comentarios:

Publicar un comentario