Removió incansable la leche
se sumergían con ella los cristales naturales
hasta el fondo de la taza
No lo encontraba en el torbellino
ni el en romo descansar de la cuchara
ni en los grumos mal disueltos
ni en el fondo de la taza
No importaba cuánto café tomara
una mañana
tras otra
tras otra
tras otra
no levantaban el vuelo los sueños
y como los cristales naturales
y como los grumos mal disueltos
dormidos
callados
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