Tan sencillo de romper como mi calma,
como el temple que perdí hace tiempo
quebrado
junto a la falsa sonrisa de la educación
al buenos días insincero
al respeto perdido ante la ineptitud.
Siempre vacuo,
tendido en un sofá de imprecisiones, galanterías y carroña,
perdido en un falso sentimiento de aceptación,
nacido y crecido en la creencia de superioridad.
¿Qué aportarás a la vida así, arrumbado?
¿Cómo crecerás perdido en una caja tonta?
Ahogando las lágrimas:
"No estaré aquí más tiempo
Quiero escapar
No aguanto esta asfixia a mi cerebro,
se pudren mis ojos de rata
se secan mis dedos de tinta
se me acaba la paciencia."
Encerrada entre dos audífonos,
lamentó no ser más fuerte y decidida para gritar
Silencio
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