domingo, 30 de enero de 2011

À la folie...

Saco mi rabia y me frustro cuando sé
que el día de hoy estará lento,
que los ruidos seguirán jodiendo a la inspiración,
que me toparé de bruces con la ineptitud,
que mandará el inútil de siempre, 
que la salida está muy alta
que las oportunidades nos faltan,
que hasta las abrazos cuestan caros porque la ciudad es hostil al amor,
que me enfrentaré a una jungla que a veces no entiendo.
Y no te engaño, 
en esos momentos -como ahora-,
pataleo, lloro, grito, me desespero, doy golpes en la ducha
pienso... ¿Por qué aguantar todo esto?
Pero son  instantes.
Enseguida mis oídos se llenan de las músicas que me calman.
Me refugio en mi Madrid particular, 
-el que refleja epiciclos, espacio-tiempos, lo que más quiero-;
me escondo bajo las mantas mientras Belmondo dice:
"Tu me hablas con palabras, yo te veo con sentimientos";
y me lleno de la voz que me recuerda
ya está bien
ya pasó
se acabó
... Mañana despertaremos 
y la calma no aparecerá en  fotogramas en colores.
Será el desenlace de una trama que ya dura demasiado,
pero que acabará.
Porque nada dura para siempre.


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