Barrer las esquirlas de un siglo dándoles escobazos a la memoria...
Cuando los pensamientos gritan tan fuerte
que ni puedes escuchar tu propia voz;
Cuando los latidos son arrítmicos,
guiados por las idas y venidas de una montaña rusa fatal;
Cuando quisiste proteger tanto que apretaste y se rompió;
Cuando buscaste en el fondo de unos ojos ausentes.
Entonces desahucias a tus propias razones y les alquilas un trastero.
Y con trago, canción y risa tratas de ahogar los 'fue' y los 'quizás'.
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