martes, 14 de agosto de 2012

Cheers




"¿No me prestás tu mano en esta noche
de fin de año de lechuzas roncas?"
Cortázar

Pensó: "Nunca tuve que mendigar abrazos".

Ahora hasta el frío era diferente,
porque en cada ciudad los hielos son otros.

Cuando todo está dicho, cuando los caminos
se juntaron tanto que se confundieron, 
se dejan de dar explicaciones.
Las innecesarias y las no tanto,
las que consuelan y las que destrozan.

Qué importa.
Vladimir y Estragon ya se fueron,
no cansados, sino faltos de esperanza.
Yo también me quiero ir donde todos conoces mi nombre.
O quedarme, 
                           pero asida de tu mano de durazno.





No hay comentarios:

Publicar un comentario