miércoles, 13 de octubre de 2010

Bipolaridad

En la mañana te da caricias de sol,
con la luna te llena de hierro y cuchillo.
Es la del "buenos días, corazón" con una sonrisa amplia 
como una tajada de patilla...
Pero analiza tu combinación de hoy.
¿Fue adecuada? Justifica la falta,
condescendientemente
y asaltan su mente imágenes de camiones.
Sonríe al atropello de la hora pico
aunque, de una, desearía explotar en el vagón,
mandar al cuerno los empujones cariñositos.
Sonríe aún más a los atropellos más dolorosos
ahogando dentro resignación, pena,
una habitación sin jergón.
Te agasaja con abundancia de arroz y pollo en el reino de la carestía,
con el hambre engañada a tortas de maiz.

Nunca te dirá lo que siente.
Se esconderá tras sus lentes importadas,
tintadas como las lunas que encierran la atmósfera,
exageradamente acondicionada, aturdidamente artificial.
Afuera te derretirás de calor.
Dentro encontrarás sólo frío.
Escóndete el alma, que amanece la Ciudad.

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